Si el titulo os sorprende eso me paso a mi , que vi este titular, y no me quede flipado, la verda es que si lees toda la noticia, no se saca mucho en claro, pero la verda es que promeia
Si no quereis leer todo al menos mirar lo que marque en negrita que son unas perlass
Pero este trabajo yo para qué lo hago ???
Estudio sociológico sobre los malestares ocultos de algunas precarias conscientes. Un largo título para recoger 25 entrevistas y la historia de 12 mujeres de una generación joven y en edad laboral, la nacida entre 1975 y 1985. Prostitutas que ocultan su regla mediante pastillas para tener disponibilidad total, camareras obligadas a ser las reinas de la noche, psicólogas que cargan en un día con siete dramas humanos... El desgaste que supone asumir trabajos muy feminizados en los que la brecha salarial es sangrante. La asturiana Rosario Hernández Catalán, invitada recientemente por IPES para presentar su trabajo, trata de visibilizar los nuevos riesgos laborales ocultos de las mujeres y que entroncan más con un universo emocional y que sufre una generación que ella llama "dispersa", hiperformada pero que se enfrenta a un mercado laboral plagado de trampas.
¿Cuáles son las consecuencias de esa exposición continua y complaciente de la mujer en un ámbito laboral donde la imagen es muy importante? En el libro habla de riesgos psicológicos.
En algunos sectores tu eres la imagen de la empresa y tienes que cumplir unos requisitos mínimos de estética, lo que supone para muchas mujeres una merma de tiempo y de dinero para la puesta a punto. Hoy en día para muchísimos trabajos no puedes ser gorda, con granos y tener una pinta horrorosa. Sobre todo para el gremio que comparecemos ante el público, el cognitariado, gente que trabajamos sobre todo con el cerebro, en el sector servicios. Teleoperadoras, dependientas, profesoras, monitoras, psicólogas, gente que trabajamos siempre con pacientes y clientes; camareras, limpiadoras, periodistas, trabajadoras sociales... El riesgo de la comparecencia, aparte de la imagen, es lo que los psicólogos llaman el yo saturado. A lo largo del día una mujer tiene que conversar e interactuar con la sonrisa siempre a punto. La teleoperadora que habla con una voz robotizada termina llevando al espacio privado y acaba contestando al teléfono a su madre con el mismo tono. Una ya no sabe cuál de las máscaras que se pone a lo largo del día es la auténtica, dónde está la máscara de la conferenciante, de la hostelera siempre acelerada, enrollada y sonriente... Si eres psicóloga y has estado a lo largo del día con siete personas con una serie de problemas significa que has estado exponiéndote, comprendiendo, invadiendo tu psique con problemas ajenos...
Una presión laboral que se termina medicalizándose...
Es horroroso. En este país la mayor parte del consumo de antidepresivos, anseolíticos y somníferos es para mujeres, para tirar del carro de la doble y triple jornada. Cuando el cerebro está en estado de alerta caes en la ansiedad lo cual deviene muchas veces en una depresión, que significa parar la fábrica, menos conexiones neuronales y ver el túnel negro... Una persona que está todo el día recibiendo estímulos de todo tipo, del ordenador, de la gente, de bombardeo informativo y al final el cerebro coge vacaciones pero tienes que seguir tirando del carro y pides al médico que te dé algo. Y estamos despachando con pastillas problemas laborales... y de autoexigencia.
En otras ocasiones el espacio laboral y privado se funde y se "infantiliza" a la trabajadora. ¿La empresa se convierte sutilmente en amiga?
Son las mismas tácticas que utilizaba la Iglesia, el Ejército o una secta las que ahora se emplean en el mercado laboral. Estrategias muy viejas, donde se va negando la individualidad de la trabajadora y, entonces, formamos todas parte de un equipo para generar esa conciencia grupal. Se utiliza mucho el plural, "somos" un equipo, se organizan convivencias de fin de semana, fiestas... Se empiezan a aplicar en los años noventa. Departamentos de recursos humanos que prestan apoyo psicológico a problemas personales como separaciones... Es un modelo que supone una desideologización total. La gente que trabaja en empresas como Google va a trabajar en un mundo supuestamente ideal, con oportunidades para conciliar, un ambiente muy agradable, pero por otro hay que ser muy crítico con ese mundo. Hay que distinguir los diferentes planos, el del trabajo y la vida privada. En empresas del sector del "netariado" se lleva mucho esa idea de que somos todos guays, jóvenes y molones, y tiene mucho peligro porque, al final, no se acaba nunca la jornada y encima les pagan una miseria. Además, si vas a dejar ese trabajo vas a tener problemas porque también tienes un nicho emocional, es la invasión total.
Destaca también que hay muchos trabajos sin sentido como vigilar consolas en un hipermercado o las llamadas telemarketing...
Sí, lo peor son esos trabajos de teleoperadoras y telemarketing donde constantemente te contestan que no les interesa.
Hablamos de una generación de 25 a 35 años sobradamente preparada y aguantando empleos absurdos...
A la que se le han inculcado unos miedos para una sociedad competitiva, para que se forme, a la que se advierte que o te preparas o no serás nada. Y hoy con una carrera no basta, tienes que tener el máster. Hay un ejemplo de una chica superformada con un máster en recursos humanos, en dirección de empresas, con inglés y chino que tiene tanto currículum que en muchos sitios no la cogen por eso, porque dicen que con la crisis no pueden pagar a gente así. Al final estas personas terminan bailando al son de las empresas, ahora te piden alemán, luego italiano...
¿Cómo se desconecta?
Muy mal, se recurre a las drogas, a la cerveza, al porro y a otras sustancias. También con la tele o con play, y durmiendo muy mal...
La de la mujer joven no es una carrera profesional ascendente como la de los hombres; hay muchas espirales...
Nuestra idea de éxito no es igual que la masculina. Nosotras queremos triunfar en la carrera pero tener también una vida afectiva plena, y somos más poliédricas. Y si te da por tener criaturas, es una bajada y subida constante. Además de tener el techo de cristal por ser mujer.
Las protagonistas se quejan de que no tienen vida, de que no tienen tiempo...Y ni siquiera son madres!
Chicas que efectivamente todavía no tienen una doble jornada, es decir, no tienen hijos ni pareja y muchas de ellas ni lo van a tener. La presión viene del estado de emergencia permanente que existe en las empresa. Cuando preguntas al jefe, los trabajos tienen que estar "para ayer", y esa respuesta es algo constante. Si tienes a la trabajadora en estado permanente de urgencia te va a rendir más y el trabajo que antes lo hacían dos trabajadoras ahora lo consigues con una. En una televisión local la periodista llevaba la cámara, editaba y redactaba, y su jornada acababa a las diez y media de la noche porque, decía, que tenían que "competir" con otras teles. Pues no compitas digo yo...
No debe ser tan fácil no tragar en plena crisis...
Porque las chicas son tan válidas para todo que eso se convierte en una trampa. Con una superwoman montas una multinacional porque valen por dos o tres.
¿Qué casos le llaman la atención?
Una cocinera que sufrió un caso de terrorismo machista con su jefe carismático y majísimo públicamente. Le rompía los platos, le decía que no valía nada, ejercía el control de la palabra tan propio de la violencia machista (si gana el Sporting se puede hablar, sino no). Ella decía que hacía falta una inspección de trabajo y que le salvara Super ZP. Esa apelación a los superhéroes para salir de una situación laboral indigna demuestra que la cosa está muy fastidiada.
La solución, aboga, está en la idea de decrecimiento, de vivir slow...
Yo planteo el tema de la pareja como una forma de apoyo mutuo y de resistencia ahora que estamos en crisis. Si él trae 1.100 euros al mes, que ella no tenga que aportar lo mismo para no generar tensiones que es lo que ahora ocurre. Si mi pareja está en el paro, que yo le cubra; intentar acostumbrarse a vivir con el sueldo de uno, pero eso exige unas relaciones de pareja muy limpias, igualitarias y diáfanas. Que la pareja sea un espacio de resistencia no de competencia que es en muchas parejas consultadas lo que predomina. Hay chicas que se compran un piso y lo quieren todo nuevo, perfecto, Internet y telecable. En estos años el consumismo ha sido vergonzoso y hortera, y muchas personas se han quedado atrapadas en sus facturas...
Si no quereis leer todo al menos mirar lo que marque en negrita que son unas perlass
Pero este trabajo yo para qué lo hago ???
Estudio sociológico sobre los malestares ocultos de algunas precarias conscientes. Un largo título para recoger 25 entrevistas y la historia de 12 mujeres de una generación joven y en edad laboral, la nacida entre 1975 y 1985. Prostitutas que ocultan su regla mediante pastillas para tener disponibilidad total, camareras obligadas a ser las reinas de la noche, psicólogas que cargan en un día con siete dramas humanos... El desgaste que supone asumir trabajos muy feminizados en los que la brecha salarial es sangrante. La asturiana Rosario Hernández Catalán, invitada recientemente por IPES para presentar su trabajo, trata de visibilizar los nuevos riesgos laborales ocultos de las mujeres y que entroncan más con un universo emocional y que sufre una generación que ella llama "dispersa", hiperformada pero que se enfrenta a un mercado laboral plagado de trampas.
¿Cuáles son las consecuencias de esa exposición continua y complaciente de la mujer en un ámbito laboral donde la imagen es muy importante? En el libro habla de riesgos psicológicos.
En algunos sectores tu eres la imagen de la empresa y tienes que cumplir unos requisitos mínimos de estética, lo que supone para muchas mujeres una merma de tiempo y de dinero para la puesta a punto. Hoy en día para muchísimos trabajos no puedes ser gorda, con granos y tener una pinta horrorosa. Sobre todo para el gremio que comparecemos ante el público, el cognitariado, gente que trabajamos sobre todo con el cerebro, en el sector servicios. Teleoperadoras, dependientas, profesoras, monitoras, psicólogas, gente que trabajamos siempre con pacientes y clientes; camareras, limpiadoras, periodistas, trabajadoras sociales... El riesgo de la comparecencia, aparte de la imagen, es lo que los psicólogos llaman el yo saturado. A lo largo del día una mujer tiene que conversar e interactuar con la sonrisa siempre a punto. La teleoperadora que habla con una voz robotizada termina llevando al espacio privado y acaba contestando al teléfono a su madre con el mismo tono. Una ya no sabe cuál de las máscaras que se pone a lo largo del día es la auténtica, dónde está la máscara de la conferenciante, de la hostelera siempre acelerada, enrollada y sonriente... Si eres psicóloga y has estado a lo largo del día con siete personas con una serie de problemas significa que has estado exponiéndote, comprendiendo, invadiendo tu psique con problemas ajenos...
Una presión laboral que se termina medicalizándose...
Es horroroso. En este país la mayor parte del consumo de antidepresivos, anseolíticos y somníferos es para mujeres, para tirar del carro de la doble y triple jornada. Cuando el cerebro está en estado de alerta caes en la ansiedad lo cual deviene muchas veces en una depresión, que significa parar la fábrica, menos conexiones neuronales y ver el túnel negro... Una persona que está todo el día recibiendo estímulos de todo tipo, del ordenador, de la gente, de bombardeo informativo y al final el cerebro coge vacaciones pero tienes que seguir tirando del carro y pides al médico que te dé algo. Y estamos despachando con pastillas problemas laborales... y de autoexigencia.
En otras ocasiones el espacio laboral y privado se funde y se "infantiliza" a la trabajadora. ¿La empresa se convierte sutilmente en amiga?
Son las mismas tácticas que utilizaba la Iglesia, el Ejército o una secta las que ahora se emplean en el mercado laboral. Estrategias muy viejas, donde se va negando la individualidad de la trabajadora y, entonces, formamos todas parte de un equipo para generar esa conciencia grupal. Se utiliza mucho el plural, "somos" un equipo, se organizan convivencias de fin de semana, fiestas... Se empiezan a aplicar en los años noventa. Departamentos de recursos humanos que prestan apoyo psicológico a problemas personales como separaciones... Es un modelo que supone una desideologización total. La gente que trabaja en empresas como Google va a trabajar en un mundo supuestamente ideal, con oportunidades para conciliar, un ambiente muy agradable, pero por otro hay que ser muy crítico con ese mundo. Hay que distinguir los diferentes planos, el del trabajo y la vida privada. En empresas del sector del "netariado" se lleva mucho esa idea de que somos todos guays, jóvenes y molones, y tiene mucho peligro porque, al final, no se acaba nunca la jornada y encima les pagan una miseria. Además, si vas a dejar ese trabajo vas a tener problemas porque también tienes un nicho emocional, es la invasión total.
Destaca también que hay muchos trabajos sin sentido como vigilar consolas en un hipermercado o las llamadas telemarketing...
Sí, lo peor son esos trabajos de teleoperadoras y telemarketing donde constantemente te contestan que no les interesa.
Hablamos de una generación de 25 a 35 años sobradamente preparada y aguantando empleos absurdos...
A la que se le han inculcado unos miedos para una sociedad competitiva, para que se forme, a la que se advierte que o te preparas o no serás nada. Y hoy con una carrera no basta, tienes que tener el máster. Hay un ejemplo de una chica superformada con un máster en recursos humanos, en dirección de empresas, con inglés y chino que tiene tanto currículum que en muchos sitios no la cogen por eso, porque dicen que con la crisis no pueden pagar a gente así. Al final estas personas terminan bailando al son de las empresas, ahora te piden alemán, luego italiano...
¿Cómo se desconecta?
Muy mal, se recurre a las drogas, a la cerveza, al porro y a otras sustancias. También con la tele o con play, y durmiendo muy mal...
La de la mujer joven no es una carrera profesional ascendente como la de los hombres; hay muchas espirales...
Nuestra idea de éxito no es igual que la masculina. Nosotras queremos triunfar en la carrera pero tener también una vida afectiva plena, y somos más poliédricas. Y si te da por tener criaturas, es una bajada y subida constante. Además de tener el techo de cristal por ser mujer.
Las protagonistas se quejan de que no tienen vida, de que no tienen tiempo...Y ni siquiera son madres!
Chicas que efectivamente todavía no tienen una doble jornada, es decir, no tienen hijos ni pareja y muchas de ellas ni lo van a tener. La presión viene del estado de emergencia permanente que existe en las empresa. Cuando preguntas al jefe, los trabajos tienen que estar "para ayer", y esa respuesta es algo constante. Si tienes a la trabajadora en estado permanente de urgencia te va a rendir más y el trabajo que antes lo hacían dos trabajadoras ahora lo consigues con una. En una televisión local la periodista llevaba la cámara, editaba y redactaba, y su jornada acababa a las diez y media de la noche porque, decía, que tenían que "competir" con otras teles. Pues no compitas digo yo...
No debe ser tan fácil no tragar en plena crisis...
Porque las chicas son tan válidas para todo que eso se convierte en una trampa. Con una superwoman montas una multinacional porque valen por dos o tres.
¿Qué casos le llaman la atención?
Una cocinera que sufrió un caso de terrorismo machista con su jefe carismático y majísimo públicamente. Le rompía los platos, le decía que no valía nada, ejercía el control de la palabra tan propio de la violencia machista (si gana el Sporting se puede hablar, sino no). Ella decía que hacía falta una inspección de trabajo y que le salvara Super ZP. Esa apelación a los superhéroes para salir de una situación laboral indigna demuestra que la cosa está muy fastidiada.
La solución, aboga, está en la idea de decrecimiento, de vivir slow...
Yo planteo el tema de la pareja como una forma de apoyo mutuo y de resistencia ahora que estamos en crisis. Si él trae 1.100 euros al mes, que ella no tenga que aportar lo mismo para no generar tensiones que es lo que ahora ocurre. Si mi pareja está en el paro, que yo le cubra; intentar acostumbrarse a vivir con el sueldo de uno, pero eso exige unas relaciones de pareja muy limpias, igualitarias y diáfanas. Que la pareja sea un espacio de resistencia no de competencia que es en muchas parejas consultadas lo que predomina. Hay chicas que se compran un piso y lo quieren todo nuevo, perfecto, Internet y telecable. En estos años el consumismo ha sido vergonzoso y hortera, y muchas personas se han quedado atrapadas en sus facturas...
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